miércoles, 29 de julio de 2009

Ultimas adquisiciones de Bobinet

Recientemente he estado muy activo en la compra de operas y quiero compartir con mis amigos las adquisiciones que he hecho a través del Internet en Amazon, Arkiv Music y Kultur tres excelentes lugares para comprar.

Primeramente debo resaltar Juan Diego Florez Bel Canto Spectacular de la casa Decca # 4780314. Este consta de un cd y un dvd en un empaque lujoso con libreto de las arias
El cd comienza con “Amici miei, che allegro giorno” versión en italiano de la famosa aria de tenor en “La hija del regimiento” y termina con “Partir degg’io” de “Lucrecia Borgia”. Entre medio tiene dúos de “I Puritani” con Anna Netrebko, de “L’elisir d’amore” con Mariusz Kwiecien, “Linda de Chamonix” con Patricia Ciofi y “Il viagio a Reims”, con Daniella Barcellona y el aria “Ange si pur” de “La Favorite”.
El dvd tiene dos arias la versión francesa de “Ah! mes amis, quel jour de fête” de “La Fille du régiment” y “Povero Ernesto” de “Don Pasquale”. Estas dos arias están sacadas de los dvd de las operas completas. Sigue una galería de fotos y cortos de las operas completas.

“La Favorita” de Donizetti de Video Artist Internacional Catalogo # 4423. DVD región 1 (Canada y EE UU). Esta espectacular grabación es de una función en Japón donde contrastan los cantantes principales Alfredo Kraus, Fiorenza Cossotto y Ruggero Raimondi con todo un coro y orquesta de japoneses. Esta grabacion fue realizada en 1971 en vivo.


Tanto Alfredo Kraus y Fiorenza Cossotto están en sus mejores formas. El dvd se ve un poco oscuro y a veces algo borroso pero si vale la pena tenerlo.

“L’enfant et les Sortilèges” y “L’heure Espagnole” de Maurice Ravel, Kultur Video (dvd) Catalogo 4461 Región 1 (Canada y EE UU) Estas dos obras son cortas y encuentro
que “L’enfant et les Sortilèges” es muy superior. La produccion es del Festival de Glyndebourne con decorados de Maurice Sendak, gran ilustrador de libros infantiles y otras operas como “La Flauta magica”. En el reparto sobresale François Loup quien es muy conocido en nuestra metropolitana de Washington pues ha cantado mucho con la Washington National Opera, ensena en una de las universidades del area y la temporada pasada colaboro con la agrupación Bel Cantante dirigiendo y cantando el papel principal de “Don Pasquale”


“La Belle Hélène” de Jacques Offenbach. Kultur (dvd) #d 2082 Región 1 (Canada y EE UU) grabada en la Opera de Zurich. Vesselina Kasarova esta tan genial como en su Rosina de “Il Barbiere di Siviglia” y sobresale también Carlos Chausson como Calchas. La orquesta esta dirigida por Nikolaus Harnoncourt. Con todo lo bueno que tiene esta producción no llega a los niveles de la producción de esta obra por el Teatro Châtelet de Paris con Felicity Lott y Yaan Beuron, Michel Sénéchal y Mari Ange Todorovich tambien bajo el sello de Kultur.


The Copenhagen Ring “Das Rheingold”, “Die Walkure“, “Siegfried“ y “Gotterdamerung“ Decca 0743264 Region 0 (todo el mundo) filmado en la Opera Real Danesa en mayo del 2006. La produccion de Kasper Bech Holten es excelente y cada opera tiene lugar en una decada diferente del siglo XX. Tiene partes muy violentas pero es excelente a traves de sus 920 minutos de duracion. Tiene ademas un bono de 36 minutos. La orquesta esta dirigida por Michael Schǿnwandt. Aun la estoy asimilando.

domingo, 21 de junio de 2009

Tres tenores--- Crónica de Gèrard, Junio 21

  • Turiddu en Fórmula Uno --- Hemos seguido con inmenso interés la carrera artística del tenor argentino José Cura desde la década de los años 90, cuando la crítica lo perfilaba como una de las grandes promesas operáticas. Fue en ese entonces que lo vimos en la inauguración de una de las temporadas del Met, creo que fue la de 1998-99, en la que interpretó a Turiddu en Cavalleria Rusticana, en un doble programa con Pagliacci, cuyo papel principal correspondió a su entonces patrocinador Plácido Domingo. La crítica fue entonces feroz con respecto a la potencia y proyección de su voz, juzgada pequeña para la gran sala del Met, y coincidimos con esa evaluación. Sin embargo, poco después Cura se presentó en Washington DC para cantar Otello y, en esa oportunidad, su voz resultó más robusta posiblemente porque la sala es considerablemente más reducida que la del Met. Por alguna razón la carrera de Cura en el Kennedy Center se descontinuó tras una muy buena interpretación como Samson, dirigida precisamente por Domingo, en la siguiente temporada. Siempre interesados en el prometedor Cura, escuchamos varias de sus grabaciones nuevas en los teatros europeos, incluyendo DVD´s de Manon Lescaut en La Scala y Andrea Chenier en el Liceu. En ambas, grabadas en vivo, su voz debió ser muy buena a juzgar por las reiteradas ovaciones que el público le deparó. Tras un prolongado silencio, tanto en Washington DC como en el Met, Cura reapareció hace unos pocos años en el Met, siempre en breves visitas, y en la recién finalizada temporada tuvimos oportunidad de asistir a su doble programa de Cavalleria y Pagliacci. En Cavalleria, la famosa romanza Oh Lola, la conocida Siciliana, cantada fuera del escenario, constituye la tarjeta de presentación del tenor y, en esta ocasión, la voz de Cura la juzgamos considerablemente mejorada en volumen, brillantez y timbre, más bruñido, maduro y de mayor dramatismo. Lo único que nos desconcertó fue la velocidad supersónica que Cura le imprimió a su interpretación, al punto que el arpa acompañante se perdió muy pronto en el camino y el argentino continuó ajeno al tempo dispar, con una dicción deficiente pues se comía las palabras. Igual ocurrió con su Canio en Pagliacci. Recordamos que en Europa a Cura se le atribuye ser errático y no dejar flotar las vocales que permite a los intérpretes hacer mejor gala de sus voces. De esto último hubo en abundancia en la presentación a la que asistimos. En corrillos, una amistad veterana de estas lides nos advirtió que Cura padece de miedo escénico, lo cual se refleja en nerviosismo y el conexo atropello de sílabas. Lástima. Sí nos alegró enterarnos de que en la próxima temporada del Met actuará bajo la dirección de Domingo, lo cual señala una superación de las rencillas que supuestamente generaron su prolongado distanciamiento.
  • Un Elisir redentor --- La célebre obra de Donizetti, L'Elisir d'Amore, exige, además de voces aptas, una gran soltura escénica y especial talento de actuación. Por eso, llegamos a una función sabatina del Met, en abril último, de esta bella obra con cierta aprensión debido al Nemorino que interpretaría el tenor Massimo Giordano, a quien escuchamos en la temporada anterior como Alfredo en La Traviata. Su Alfredo marcó el debut en Nueva York del tenor oriundo de Pompeya, por sí una circunstancia ominosa, en el que lució mediocre. Lejos del animado joven galán, este Alfredo resultó temeroso, corto, cohibido, ajeno a los ardores con que debía deslumbrar a Violeta, al punto que provocó risas en un público que esperaba lágrimas. Quizás su timidez, en parte, fue producto de la apabullante actuación de la Violeta germana Anja Harteros, de inmensa voz, bellísima y espigada presencia escénica y artista ágil y muy desenvuelta. Con este antecedente, nuestra sorpresa fue mayúscula al apreciar lo bien que calzó Giordano en el papel de Nemorino, como hecho a su medida, con un desempeño excelente en el conjunto del elenco que resultó extraordinario. El vinito que le recetó el Dr. Dulcamara sin duda lo transformó existencialmente. Calificación sobresaliente para todas y todos los cantantes. Quizás Giordano debería cultivar más este género para no dejar mal a los Alfredos y Cavaradossis con que lo anuncian en el Viejo Continente.
  • Calaf manquè--- Teníamos curiosidad de escuchar al tenor argentino Darío Volonté en su debut con la Washington National Opera, con la que interpretó Calaf en la producción de Turandot durante la reciente temporada en el Kennedy Center. Los antecedentes de Volonté consignados en el programa de mano realmente eran alentadores. Su experiencia, aparte de su inicio en el ilustre Teatro Colón de Buenos Aires, ha sido, sobre todo, en las salas europeas. Tras escucharlo, comprendimos que su predilección por Europa es igualmente una necesidad pues su voz, de reducido volumen, puede proyectarse mejor en teatros pequeños como ocurre con el Opera Hall del Kennedy Center. Quizás en los cálculos no se tomó en consideración la inmensa voz de la princesa Turandot del drama, en esta ocasión la súper soprano rusa María Guleghina quien, para expresarlo de manera gráfica, aplastó al galán Calaf. Es cierto que la voz de Volonté es agradable y su actuación fue, como dicen algunos críticos, honorable. Sin embargo, al final de cuentas este Calaf decepcionó y se evidenció en el escuálido aplauso con que el público respondió a su participación. Tengo entendido que el norteamericano Franco Farina, quien cantó Calaf en algunas representaciones, salió mejor librado del "bout" con la Guleghina.

lunes, 15 de junio de 2009

La belleza femenina en las operas de Massenet

La belleza femenina es una cualidad que destaca a muchas heroínas operaticas. Sin lugar a dudas ningún compositor resalta la belleza física de sus personajes en tanto detalle y que esa belleza sea la esencia del personaje como Jules Massenet en sus operas.

“Manon” siendo la opera mas conocida de Massenet es un excelente ejemplo. “Manon” se nos presenta como una joven inocente en camino del convento. En una breve parada de la diligencia en la ciudad de Amiens, conoce al “Chevalier Des Grieux” quien la seduce y enamora y se fugan a Paris. Des Grieux le confiesa que desea hacerla su esposa pero es traicionado por la propia “Manon” en complicidad con su primo “Lescaut” a cambio de unas valiosas joyas. “Manon” se convierte por su belleza en una codiciada cortesana de Paris mientras “Des Grieux” se refugia como religioso en la iglesia de Saint Sulpice predicando a las solteronas, pero sin olvidarla, en la mejor aria del tenor, “Ah fuyez douce image!!”.

No satisfecha, “Manon” seduce ahora a “Des Grieux” haciendolo dejar la religión y quien ahora se dedica al vicio del juego para satisfacer la voraz vanidad de su amada y ambos sucumben a la codicia. En la decada de los “70 tuve la oportunidad de compartir con Beverly Sills quien fuera una excelente “Manon”, y decia que ella se daba cuenta de cómo pasaba el tiempo ya que cada vez que asumía el rol en una nueva producción tenían que aumentarle el maquillaje, hasta que llego el momento en que prefirió no volver a cantar la opera que fue uno de sus grandes exitos.

En su otra gran opera “Werther”, Massenet nos presenta una mujer muy bella “Charlotte” pero muy diferente a “Manon”. El poeta “Werther” nos descibe a su amada como “Vous êtes la meilleure ainsi que la plus belle des creatures” (Usted es la mejor así como la mas bella de la criaturas). “Charlotte” vive una vida tormentosa entre el deber a su esposo y su amor por “Werther” quien en su melancolía y tristeza de no poder tener a su amada opta por el suicidio.

Otra de las bellezas de Massenet es la famosísima “Cléopâtre” conocida de todos por su singular belleza y una de las grandes seductoras en la historia del mundo. En su opera “Sapho” el compositor nos da una heroína, “Fanny” que es tan bella que ha sido la modelo para una estatua de uno de los símbolos de la belleza en la mitología. “Fanny”, también mujer de vida alegre y pasado nebuloso sacrifica su amor por “Jean” alejándose de el para no destrozarle su vida y lo abandona con un beso que le da mientras el duerme.

Todas las anteriores bellezas se quedan muy cortas al lado de la deslumbrante, exótica y muy promiscua “Thaïs”. La vanidad de este personaje es aun mayor que la de “Manon” pues ella es quien nos deja saber de su belleza inigualable. “Athanael” es un monje quien se da a la difícil tarea de salvar el alma de la pecadora “Thaïs” quien lo atrae sexualmente y lo hace sufrir hasta el desespero.

Musicalmente estas operas contienen una música de gran belleza pues las arias y duetos de “Manon” son excepcionales, pero nada tan bello como la “Meditation” de “Thaïs”, donde Massenet obtiene la cumbre de su obra musical. Con oír una sola vez la “Meditation” se despierta en cualquier ser humano lo mas sublime y delicado de su alma.

domingo, 12 de abril de 2009

“Paris” y “Opera”

Estas son dos palabras que toda la vida estarán relacionadas, no importa que idioma se este hablando. Paris es la ciudad donde probablemente mas operas tienen su sede. No solo las operas francesas como “Manon”, “Louise”, La Vie Parisienne”,”Manon Lescaut” y muchas de las mas populares del repertorio italiano. Basta con mencionar “La Boheme”, “Traviata”, “Andrea Chenier”, e “Il Tabarro”. Si tomamos en cuenta las operetas, se dan cita en Paris “La Viuda Alegre”, “Conde de Luxemburgo”, “Eva”, ”Duquesa del Bal Tabarín” y muchísimas mas.

Para mi la bella ciudad de Paris es sinónimo de opera, pues pocas ciudades tienen mas teatros donde se representa este genero musical. Los principales son el magnifico “Palais Garnier” en la Rue Scribe, mejor conocido simplemente como “Opera”, el modernísimo “Bastille”, la “Opera Comique” lugar de estreno de “Carmen”, “Manon”, “Lakme”, “Pécheurs de Perles” y decenas de las mejores operas del repertorio en su “Salle Fauvart”, el “Théâtre de Rond Point’ y el Ateneo de Paris en la “Salle Louis Jouvet “ además del teatro Municipal de “Chatelet”.

Para los que amamos Paris y la opera, la próxima temporada 2009-2010 es un festín de buena música. Además de operas del repertorio que pueden ser vistas en cualquier ciudad del mundo como “Barbero de Sevilla”, ”Elixir de Amor”, ”La Bohème” , “Andrea Chenier”, ”Fausto” y “Les Contes D’Hoffman”; Paris tendrá “Mireille” de Gounod, “Wozzeck” de Berg., “Die Tote Stadt” de Korngold, “Platée” de Rameau, “Donna del Lago” de Rossini, “La Sonambula” de Bellini y muchas otras tanto en Palais Garnier como en Bastille.

Para aquellos que hayan visto “Carmen” y “Traviata” 30 veces en su vida la “Opera Comique” será el mejor lugar. A partir de diciembre este teatro presentara en su “Salle Favart” un gran numero de operas fuera del repertorio regular como “Fortunio” de André Messager, “The Fairy Queen “ de Henry Purcell, “Beatrice et Bendict” de Berlioz, “Mignon.” de Thomas, “L’Amant Jaloux” de Andre Modeste Geitry y “Pelleas et Melissande” de Debussy.

Al momento que escribo el teatro de “Ronde Point”, “Chatelet” y el “Ateneo” no han publicado su temporada. No obstante los otros teatros junto a todos los encantos de Paris ameritan planificar una visita a esa maravillosa ciudad. Después de una función en la “Bastille” nada mejor que ir a cenar a “Boffinger” ; o de la “Opera” al “Café de la Paix” en el Hotel Intercontinental. Acepto invitaciones!!!!!!!!!!

domingo, 29 de marzo de 2009

Una Leonora para dos Manricos

Il Trovatore, la popular ópera de Giuseppe Verdi, se presenta exitosa en la actual temporada del Metropolitan Opera de Nueva York. La tragedia, que tuvo su premiere en el Teatro Apollo de Roma en 1853, se desarrolla bajo el impulso de las pasiones de sus dos principales figuras femeninas, la gitana Azucena y la aristocrática Leonora, una bella y joven dama que sirve a su reina en la España del siglo XV. Los sentimientos que ambas proyectan en los dos personajes masculinos centrales, el Conde di Luna y el trovador Manrico, mueven el drama hasta culminar en su trágico desenlace. Azucena es la supuesta madre de Manrico, el trovador que disputa la mano de Leonora con el Conde. Además, Manrico, quien creció en los campamentos gitanos, lucha del lado de los insurgentes combatidos por Di Luna a la cabeza de las fuerzas leales al monarca en Aragón. Azucena es hija de una vieja gitana que fue condenada a la hoguera por secuestrar al infante hermano de Di Luna. El drama se intensifica cuando tanto Manrico como el Conde, compiten por llevarse a Leonora de las puertas del convento donde se propone ingresar como novicia. Manrico gana la jugada y se apresta a casarse con Leonora. El matrimonio no se celebra porque Di Luna, entre tanto, ha detenido a Azucena a quien el jefe de su guardia, Ferrando, reconoce como la hija de la vieja gitana. El trovador corre entonces a rescatarla. Esta vez el Conde vence en la batalla y apresa a Manrico. Sin embargo, Leonora propone al Conde que, a cambio de entregarse a sus deseos, le permita a Manrico escapar. Manrico se niega a huír y Leonora fallece en sus brazos a causa del veneno ingerido previamente para negarle a Di Luna el disfrute de su cuerpo. El trovador es lanzado entonces a las llamas al tiempo que Azucena, victoriosa al fin en su venganza por la muerte de su madre, le revela al Conde que Manrico es realmente su hermano desaparecido. En el trasfondo de la tragedia aviva la realidad de que el desenlace, incluida la ejecución de Manrico, fue propiciado intencionalmente por Azucena.

Los personajes fueron espléndidamente representados por un distinguido elenco. La norteamericana Sondra Radvanovsky fue Leonora y, sin duda, la estrella del reparto por su extraordinaria voz y magistral presencia escénica. Esta joven y bella soprano se ha convertido en pocos años en una de las mejores cantantes operáticas del ámbito internacional. No menos podemos decir de la veterana mezzo Dolora Zajick, oriunda de Oregon, la Azucena hoy día suprema. La hemos visto en diversas óperas, hace poco en Washington como una inigualable Santuzza y en el Met como Ulrica y Adalgisa. Zajick logra con los matices de su poderosa voz lo que otras intérpretes intentan suplir sin éxito con sobreactuaciones. El ruso Dmitri Hvorostovsky proyectó un Conde di Luna lascivo, tenebroso, iracundo, vengativo. Con sobrados méritos, se le considera hoy día uno de los primeros barítonos del mundo. Donde le encontramos falta, en esta oportunidad, fue en la dicción, problema que suele aquejar a algunos de sus colegas rusos. El tenor argentino Marcelo Alvarez fue un Manrico a media vela. Su voz ha decaído en intensidad y el exceso de libras desdice las especificaciones del libreto para el personaje. Igual lo vimos en Carmen en la anterior temporada del Met. En la función del 13 de marzo de Il Trovatore se excusó al cabo del primer acto aduciendo enfermedad. Lo reemplazó el norteamericano Philip Webb, a quien no conocíamos, quien introdujo una notable mejoría en la representación. Ofreció una "Di quella pira" que entusiasmó al público y su intervención en el Miserere, fuera de escena, fue extraordinaria. Especial nota de encomio para el joven bajo surcoreano Kwangchul Youn, quien sobresalió como Ferrando.

La escenografía, una nueva producción de David McVicar, director de la Opera de Glasgow, constituyó una innovación que celebramos. En cuanto a la dirección escénica, hubo fallas que no sabemos si atribuir a McVicar o a Lea Hausman, coreógrafa y directora de movimiento. La más destemplada fue la sobreactuación impuesta a Sondra Radvanovski, a todas luces innecesaria. No recuerdo a la Milanov, a la Callas o la Tebaldi, gateando en el piso para expresar la juvenil inocencia de Leonora. Una soprano del calibre de Radvanovski no requiere de estas ocurrencias, posiblemente importadas y ajenas a la esfera de la ópera.

La dirección musical, a cargo del milanés Gianandrea Noseda, director de la BBC Philarmonic en Manchester, estuvo bien, aunque sus tempos, a ratos, desafiaron al elenco por la rapidez que imprimió en algunas escenas. Dio en esos momentos la impresión de que quería cubrir terreno en carrera contra el reloj.

En balance, Il Trovatore ha destacado como un acierto del Met en la presente temporada. Gèrard ofrece este comentario.

domingo, 15 de marzo de 2009

Romeo y Julieta en el Mozarteum


Romeo y Julieta (Gounod)






La nueva grabación en DVD de Romeo y Julieta nos llega del Mozarteum en Salzburgo presentada en el 2008. Para mi esta es la mejor ópera de Gounod y la considero como un bellísimo conjunto de dúos y arias con algunas intervenciones de otros personajes para adelantar la trama. Tambien hay dos personajes que tienen una participación bastante floja a mi entender, Mercutio con su “Balada de la reina Mab” y el insoportable aria del paje Stefano “Depuis hier je cherche en vain mon maitre”. El resto de la Opera es una música romantica sin igual.
Romeo en esta ocasión es Rolando Villazón. Creo que con esta excelente presentación demuestra que ha superado su crisis y solo espero que haya aprendido su lección y tenga lo mejor de su carrera aun por delante. Los “Romeo” que tengo en otras grabaciones son Franco Corelli y Roberto Alagna. Corelli tiene una voz de maravilla pues es un instrumento de gran fuerza pero que suena aun mejor en roles como Calaf en “Turandot”, Alagna (dos grabaciones una con Vaduva y otra con Georghiu) es excelente pues creo que la opera francesa es su mejor medio interpretativo. Villazon encuentro logra proyectar un romanticismo y sensualidad muy apropiada a este rol aun cuando su actuación es un poco exagerada en algunos momentos.
Julieta es Nino Machaidze, soprano oriunda de la República de Georgia y en el bono de la grabación nos enteramos que sustituyo a Anna Netrebko. Tiene una voz muy bonita y fresca que va muy de acuerdo con su juventud y con el rol que interpreta. El aria “Ah. Je veux vivre” esta muy bien lograda pero aun se supera en el resto de la opera y muy especialmente en los duos con Villazón.
La opera esta representada con un mínimo de decorados lo cual nos hace concentrar mas en la actuación y voces de los interpretes y me dio la impresión que tiene el efecto de hacer la opera mucho mas intima profundizando en las emociones de Romeo y Julieta.
El resto del reparto llena a cabalidad la demanda de sus personajes y logran que esta sea una representación de primera categoría junto a la orquesta del Mozarteum de Salzburgo y el coro de la Opera de Viena, todos dirigidos por Yannick Nezet-Seguin. La grabación es del sello Deutsche Grammophon, cantada en su original francés con subtitulos en 5 idiomas, el español entre ellos.

domingo, 8 de marzo de 2009

Una mariposa que no alzó vuelo

Madama Butterfly, la bella y aclamada ópera de Puccini, en la producción del cineasta norteamericano –ya fallecido—Anthony Minghella, ha tenido su reprise en la actual temporada del Metropolitan Opera. En esta reedición, el personaje central, la adolescente nipona Butterfly, fue inicialmente interpretada por la soprano chilena Cristina Gallardo- Domás. En el balance de las presentaciones lo hizo la estadounidense Patricia Racette. En el estreno de la producción, en la temporada 2006-7, protagonizó la chilena y en 2007-8 le correspondió a Racette. El tenor italiano Marcello Giordani ha sido Pinkerton a lo largo de la actual serie así como el veterano barítono Dwayne Croft, el Sharpless de los últimos quince años. Patrick Summers lideró la conducción orquestal.

El desempeño de la soprano principal es crucial en este drama, para muchos una denuncia de la desalmada conducta cuasicolonial de las grandes potencias en el despertar de Japón a la modernidad. Gallardo-Domás ejecuta el papel con acierto pero con serias deficiencias de voz, pequeña para la sala del Met. En los registros altos recurrió varias veces al grito, usual entre quienes no logran ascender los picos exigidos por la partitura. Estas limitaciones fueron evidentes, en particular, en la majestuosa stretta que marca el ingreso de Butterfly al drama escénico. Rodeada de un cortejo coral, su voz resultó inaudible en los puntos medianamente alejados del proscenio. Su fraseo fue adecuado y su actuación como la frágil niña japonesa, súbitamente arrojada a un vendaval de emociones, lució creíble y mereció abundantes aplausos del público.

El caso de la Racette ha sido diferente. Esta soprano posee una voz de amplísimo rango y brillo, además de ser una artista escénica consumada. A Racette ya la habíamos escuchado en la temporada anterior, con Roberto Alagna como Pinkerton, y fue extraordinaria. Igualmente lo ha sido en la actual ronda en la que su desempeño ha sido impresionante. Con esta intérprete Butterfly finalmente voló alto.

Marcello Giordani muestra actualmente una superación notable del gemido cansino que solía nublar su actuación hasta hace pocos años. Tuvimos oportunidad de verlo en la nueva producción de Lucia, en 2007, y su desempeño como Edgardo fue, como suelen decir los críticos anglosajones cuando no quieren maltratar al intérprete, honorable. En Butterfly lo hemos visto seguro, con un dominio excelente de voz, seguridad en la actuación, y tonos agudos diáfanos y magníficamente proyectados.

Dwayne Croft evidenció solidez, soltura escénica y lucida entonación. Es, sin duda, un barítono de primer orden mundial.

La producción de Minghella,que en general es espectacular, ha superado algunos trastornos iniciales. Sin embargo, sigue padeciendo de la patología que con frecuencia aqueja a los crossovers de directores del cine y teatro en la ópera. Los saltos de bailarines que semejan ninjas, que distraen del drama, y el uso exagerado de muñecos, incluso en la figura del niño fruto de la fugaz unión de Butterfly con Pinkerton, deshumaniza la tragedia. La conducción orquestal sobria de Summers no generó trampas ni desenfrenos para los cantantes.

El balance, con todo, es de un acierto innegable para el Met. Gerard