La belleza femenina es una cualidad que destaca a muchas heroínas operaticas. Sin lugar a dudas ningún compositor resalta la belleza física de sus personajes en tanto detalle y que esa belleza sea la esencia del personaje como Jules Massenet en sus operas.
“Manon” siendo la opera mas conocida de Massenet es un excelente ejemplo. “Manon” se nos presenta como una joven inocente en camino del convento. En una breve parada de la diligencia en la ciudad de Amiens, conoce al “Chevalier Des Grieux” quien la seduce y enamora y se fugan a Paris. Des Grieux le confiesa que desea hacerla su esposa pero es traicionado por la propia “Manon” en complicidad con su primo “Lescaut” a cambio de unas valiosas joyas. “Manon” se convierte por su belleza en una codiciada cortesana de Paris mientras “Des Grieux” se refugia como religioso en la iglesia de Saint Sulpice predicando a las solteronas, pero sin olvidarla, en la mejor aria del tenor, “Ah fuyez douce image!!”.
No satisfecha, “Manon” seduce ahora a “Des Grieux” haciendolo dejar la religión y quien ahora se dedica al vicio del juego para satisfacer la voraz vanidad de su amada y ambos sucumben a la codicia. En la decada de los “70 tuve la oportunidad de compartir con Beverly Sills quien fuera una excelente “Manon”, y decia que ella se daba cuenta de cómo pasaba el tiempo ya que cada vez que asumía el rol en una nueva producción tenían que aumentarle el maquillaje, hasta que llego el momento en que prefirió no volver a cantar la opera que fue uno de sus grandes exitos.
En su otra gran opera “Werther”, Massenet nos presenta una mujer muy bella “Charlotte” pero muy diferente a “Manon”. El poeta “Werther” nos descibe a su amada como “Vous êtes la meilleure ainsi que la plus belle des creatures” (Usted es la mejor así como la mas bella de la criaturas). “Charlotte” vive una vida tormentosa entre el deber a su esposo y su amor por “Werther” quien en su melancolía y tristeza de no poder tener a su amada opta por el suicidio.
Otra de las bellezas de Massenet es la famosísima “Cléopâtre” conocida de todos por su singular belleza y una de las grandes seductoras en la historia del mundo. En su opera “Sapho” el compositor nos da una heroína, “Fanny” que es tan bella que ha sido la modelo para una estatua de uno de los símbolos de la belleza en la mitología. “Fanny”, también mujer de vida alegre y pasado nebuloso sacrifica su amor por “Jean” alejándose de el para no destrozarle su vida y lo abandona con un beso que le da mientras el duerme.
Todas las anteriores bellezas se quedan muy cortas al lado de la deslumbrante, exótica y muy promiscua “Thaïs”. La vanidad de este personaje es aun mayor que la de “Manon” pues ella es quien nos deja saber de su belleza inigualable. “Athanael” es un monje quien se da a la difícil tarea de salvar el alma de la pecadora “Thaïs” quien lo atrae sexualmente y lo hace sufrir hasta el desespero.
Musicalmente estas operas contienen una música de gran belleza pues las arias y duetos de “Manon” son excepcionales, pero nada tan bello como la “Meditation” de “Thaïs”, donde Massenet obtiene la cumbre de su obra musical. Con oír una sola vez la “Meditation” se despierta en cualquier ser humano lo mas sublime y delicado de su alma.
lunes, 15 de junio de 2009
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